Empresa
A principios de los años ochenta, SILVERIO IGLESIAS ACUÑA dejaba su puesto en Frigoríficos de Pontevedra para emprender en solitario su aventura empresarial, y en una pequeña nave de 100 m² con una cámara, un túnel y un camión de reparto, comenzaba CONGELADOS SILVERIO IGLESIAS. Desde Marín y con sus propios recursos va ampliando sus instalaciones, distribuyendo sus productos por toda la provincia, con un principal proveedor, Casa Mar.
El compromiso, la respuesta profesional y sobretodo la confianza fueron sus principales avales a la hora de competir en el mercado, así mismo, la calidad de sus productos también fué determinante para ir creciendo poco a poco hasta llegar a ser una gran empresa y un referente de esfuerzo y constancia.
Hoy, ya jubilado, Silverio Iglesias aún aconseja y asesora a sus nietos en sus facetas del día a día, ya que son ellos los que ahora rigen sus destinos. Pero también presume y se muestra orgulloso de que su empresa siga manteniendo la tradición, y de que se encuentra en "buenas manos".
Con mucho trabajo y siempre… con los pies en el suelo.